Estar bajo presión.

Podría decir que es un estado, el sentirse bajo presión, pero también que es un ilusión o espejismo. Sentir ese peso sobre los hombros, o más bien en la cabeza resulta estresante. ¿Cuántas veces nos hemos sentido tan presionados por situaciones que nadie puede controlar, sino que simplemente son? Por ejemplo con los exámenes, las relaciones personales, el dinero, la preocupación por el futuro próximo o lejano, el trabajo... Demasiadas cosas y da igual la edad que se tenga, todos, yo, tú, tu familia o amigos, nos sentimos igual, lo que no quiere decir que tengamos o sintamos el mismo nivel de opresión.

"Cuando toca sufrir se sufre, pero hay que buscar un espacio para calmarnos y no pensar mucho. Evadirnos de la realidad."

¿Pero qué puedo decir? ¿Puedo aconsejar yo de algo teniendo estrés? Claramente no puedo escapar de mis responsabilidades y sentimientos hacia la realidad, pero lo que sí puedo hacer es no martirizarme a cada momento: cuando toca sufrir se sufre, pero hay que buscar un espacio para, no sé si llamarlo alegría, pero sí el relax, calmarnos y no pensar mucho, lo que puede llamarse evasión. Evadirnos de la realidad.

Mi método favorito sin duda para evadirme de todos es ver, ver y leer. Dos veces ver porque prefiero el doble ver películas y series o televisión que leer relatos impresos o en el móvil. Cada uno tendrá distintas formas de hacerlo, como salir de fiesta, salir a caminar al campo, echarse la siesta, escribir, oír música, miles de formas pero hechas a medida para cada uno por nosotros mismos. 

Para finalizar... Si el ser humano es la medida de todas las cosas, ¿cómo mides tu presión? ¿Cómo mides cómo te afecta esta? ¿En qué medida te evades? Sea como sea la medida (de lo que sea), recuerda: aurea mediocritas.

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