Es
navidad y estoy un poco nostálgico porque recuerdo cosas y personas que
estuvieron, algunas que siguen, otras que aparecieron… es extraño y bonito, a
veces triste: pensar en lo que ya no está, pensar en lo que nos robaron, en eso
que nos falta, en a lo mejor una persona, una cosa, una mascota, un compañero,
un algo que nos hizo sentir especiales, que nos hizo sentir y ahora añoramos
ese sentimiento creado por el tiempo y la unión.
¿Pero perder cosas es algo malo? Yo pienso que
perder nos hace madurar, no mejores ni peores, pero tener una perspectiva más
grande de lo que ocurre. Es el ‘Grinch’ que roba la ‘navidad’ el que la devuelve,
es ese Grinch por el que ocurren cosas que a veces no tienen una explicación
muy lógica, pero que hace que lleguemos a otro nivel en la vida, en el que
superamos obstáculos poco a poco hasta alcanzar una cima muy alta, como la
cueva en la que vivía. No estoy intentando decir que la vida es de color de
rosa, ya que es difícil tanto como para los de 17 como los de 67 (supongo),
solo digo que el tener constancia de que perder es algo que hay que ver como un
nuevo modo de superarse nos hace crecer como personas.
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